El rejuvenecimiento facial engloba una serie de procedimientos no invasivos destinados a restaurar la firmeza, luminosidad y frescura del rostro. Se enfoca en combatir los signos visibles del envejecimiento como arrugas, flacidez, manchas y pérdida de volumen. Los tratamientos pueden incluir técnicas como toxina botulínica, ácido hialurónico, hilos tensores y láseres, según las necesidades específicas del paciente.
Este tratamiento es ideal para quienes buscan una apariencia más joven y saludable sin pasar por quirófano. El enfoque se adapta a cada tipo de piel y se diseña de forma personalizada para tratar diferentes áreas del rostro como ojos, frente, pómulos, labios y cuello.
Consideraciones
Duración del tratamiento |
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Efecto visible |
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Duración del efecto |
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Socialmente presentable |
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Molestias |
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Deporte |
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Cuidados posteriores |
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Preguntas frecuentes
Dependerá del tipo de piel y los signos de envejecimiento. Generalmente, la combinación de técnicas como PRP, ácido hialurónico y toxina botulínica da excelentes resultados.
Sí, los resultados son temporales y pueden necesitarse retoques anuales o semestrales.
Desde los 30 años para prevención, o en cualquier momento para tratar signos de envejecimiento.
De 6 a 18 meses, según el tratamiento aplicado y el metabolismo del paciente.
Enrojecimiento leve, hinchazón o hematomas, que desaparecen en pocos días.
Aunque hay mejoras inmediatas, los resultados definitivos pueden tardar de 7 a 15 días.
Sí, pero es mejor esperar al menos 24 horas.
No, ya que se utilizan anestésicos tópicos para minimizar las molestias.
Sí, siempre que lo realice un profesional capacitado con un enfoque conservador.
Algunos procedimientos son reversibles, como los rellenos con ácido hialurónico.